El mercado automovilístico se mueve
A tenor de las cifras que ahora mismo tenemos a mano, y aunque no llegamos a los guarismos de antes de 2010 (época dorada en nuestro país en lo que se refiere a inmobiliarias, constructoras y concesionarios de autos), el mercado de coches se está moviendo. Con respecto a 2013 tenemos crecimientos que superan el 15 y el 18% en cifras interanuales, mientras que algunos meses han llegado al 28% (animados por la venta de vehículos para empresas de alquiler y por las furgonetas para transportistas). Desde luego estas noticias nos dicen claramente que algo se está moviendo en el mercado de los automóviles, y que el dato es enormemente positivo para los concesionarios de coches, que ven así crecer sus posibilidades de subsistir en un panorama desolador que no tenía muchos visos de rectificarse hacia valores positivos. Nos alegra enormemente que al menos, en lo tocante a utilitarios de nueva matriculación, las cosas estén virando hacia el aumento de ventas.
Ahora bien, ¿quiere esto decir que podemos dar por finiquitada la crisis? Ni mucho menos es así la cuestión, ya que junto a lo que acabamos de decir tenemos otro tipo de movimientos dentro del mercado automovilístico que son también enormemente interesantes, y que demuestran que ahora mismo existe una dualidad bastante curiosa a la hora de intentar entender por dónde se mueven las preferencias de los conductores.
De hecho, basta con echar un vistazo a la singularidad de los desguaces online para ver que, en efecto, la predicación que tienen éstos dentro de las preferencias de los usuarios es enorme. La gran mayoría de conductores siguen decantándose, de momento, por darle otra oportunidad a su coche que cambiarlo por otro nuevo cuando llega una avería compleja o cuando el utilitario ha cumplido más de 12 años. Antes estas situaciones se resolvían con la adquisición de una nueva máquina; de hecho, conocemos testimonios de gente que afirmaba, en aquellos primeros años del siglo XXI, que un coche que tenía que pasar la ITV de forma anual no era rentable en términos de mantenimiento, por lo que había que cambiarlo sí o sí. Y aunque hoy en día, como ya hemos afirmado al comienzo de nuestro artículo, lo de la venta de coches nuevos está creciendo enormemente, también es verdad que lo usado sigue siendo mucho más socorrido.
¿Hacia dónde derivará esta situación? Nosotros tenemos la hipótesis de que el desguace irá perdiendo comba a poco que la situación, en lo microeconómico, mejore. El parque móvil de nuestro país ha envejecido de un tiempo a esta parte, y no estaría mal una renovación en profundidad. Pero para que esta situación llegue todavía queda bastante, así que de momento pensamos que la dualidad nuevo-usado se seguirá manteniendo durante algún tiempo, demostrando así que en tiempos de crisis se producen situaciones enormemente singulares que pueden, incluso, parecer contradictorias.